Testimonio para familias que están viviendo el desarrollo del lenguaje por primera vez
Cuando nació Lucas, todo era nuevo. Cada gesto, cada sonido, cada avance. Cuando cumplió dos años, sus papás empezaron a notar que hablaba menos de lo que esperaban. “Como somos primerizos, no teníamos con qué comparar. No sabíamos qué era normal y qué no”, cuentan.
Las primeras dudas
Lucas decía algunas palabras, pero le costaba usarlas para pedir cosas o expresar lo que quería. A veces se frustraba y lloraba, y ellos no sabían si era parte de la edad o si necesitaba un apoyo extra.
“Nos daba miedo exagerar, pero también nos daba miedo no hacer nada.”
La decisión de consultar
Un día decidieron pedir una hora en el Centro Médico Dr. Miranda, solo para quedarse tranquilos.
“La fonoaudióloga nos escuchó sin juzgar, y eso fue un alivio enorme. Nos explicó cómo se desarrolla el lenguaje, qué señales mirar y cómo acompañarlo sin presionarlo.”
La calma que estaban buscando
Desde ese día, todo se volvió más claro. Con pequeñas actividades y consejos simples para aplicar en casa, Lucas empezó a avanzar de a poco.
“Lo más importante no fue que hablara más rápido, sino que nosotros entendimos cómo apoyarlo. Eso nos dio mucha seguridad como papás.”
Avances que se sienten en el día a día
Las rutinas se volvieron más tranquilas, la frustración bajó y la comunicación fluye cada vez mejor.
“Ser papás primerizos es vivir llenos de dudas. Encontrar a alguien que te guía y te explica con calma hace toda la diferencia.”
Si tienes dudas sobre el lenguaje de tu hijo, no estás solo.
En el Centro Médico Dr. Miranda te acompañamos con orientación clara, cercana y respetuosa.

